IN MEMORIAN
FALLECIÓ NUESTRO COMPAÑERO MARC BLONDEL,
PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN FRANCESA
DEL LIBRE PENSAMIENTO
Por Elbio Laxalte Terra, Portavoz de la AILP
Con tristeza, debemos anunciar a nuestros amigos y amigas librepensadores que este
domingo 16 de Marzo de 2014, falleció en Francia el Presidente de la Federación Francesa del Libre Pensamiento – miembro de la AILP,
nuestro compañero Marc Blondel.
Tenía 75 años de edad. Había nacido
el 2 de mayo de 1938.
Oriundo de una familia obrera de la cuenca minera de
Pas de Calais, Marc Blondel transitó su vida
como un militante; en particular, fue un
sindicalista de fuste que llegó a la
Secretaría General del Sindicato Force Ouvrière de Francia, cargo que ocupó durante 15 años entre
1989 y 2004.
En esa calidad defendió siempre
los intereses de los trabajadores ante los gobiernos de cualquier signo político.
Fue luego de cesar en esta actividad, que se dedicó de lleno,
desde el 2004 a la fecha, al combate librepensador y laico, ocupando la
presidencia de la Federación del
Libre Pensamiento de Francia.
Marc Blandel |
Era un internacionalista
convencido, que dio un impulso decisivo a la conformación de una plataforma
internacional para el Libre Pensamiento.
Durante toda su vida rechazó todo tipo de condecoración. Su único signo distintivo era su bufanda roja que lo
acompañaba siempre en toda circunstancia.
Marc Blondel había sido
iniciado franc-masón hace 53 años, en la Logia “Avant
Garde Maçonnique” del GranOriente de Francia. Fiel a sus ideales laicos y republicanos, naturalmente
también fue co-fundador de la Logia llamada justamente “Republique”. Desde
aquella fecha hasta su pasaje al Oriente Eterno, fue siempre un francmasón comprometido con sus ideales. El señalaba que su pertenencia masónica era decisiva, pues le aportaba saber y
comprensión.
Fue un defensor firme de los derechos humanos, que
para él eran inseparables de los derechos sociales. Fue un
firme partidario del concepto de República
Social.
Fue un defensor consecuente de la enseñanza pública, en
particular la escuela, y se oponía
resueltamente al financiamiento público de
la enseñanza privada, en particular religiosa.
La enseñanza pública tenía un rol
muy importante desde el punto de vista republicano. Expresaba: “ ... la escuela no debe simplemente enseñar a escribir, contar y leer, sino que debe abrir
al conocimiento más amplio a
la comprensión y a
aclarar el compromiso de los niños como futuros ciudadanos. La escuela debe estar en medida de formar
a los jóvenes que determinarán, a partir de sus conocimientos, la sociedad en la
cual querrán vivir, lo que es lo inverso del
conservadurismo, es una apertura hacia el progreso. El rol de la enseñanza pública laica, y obligatoria, es despertar a los niños a la libertad”.
El se consideraba un “rebelde”, y se
definía como un “ciudadano que había rechazado y seguía rechazando aun de manera permanente la sumisión ... saber guardar su libertad, rechazar el dogma
es combatir la alienación”.
En uno de sus últimos
mensajes, una carta del 21 de enero de 2014 al Presidente de la República Francesa François
Hollande, Marc Blondel decía:
“Señor
Presidente de la República, los
órganos de prensa ... han hecho saber que Ud. tenía la intención de visitar en Roma la comunidad vaticana para saludar al Papa
Francisco.
Esta iniciativa, que podría considerarse como una adecuación de la laicidad de nuestra República, deja entender, sobre el plan personal, que
Ud. se confirma como adepto de la religión católica, lo
que es un derecho de todo ciudadano, pero es lamentable cuando el trámite es
efectuado por una autoridad electa republicana, incluso en el cuadro de las
relaciones llamadas internacionales. Los ciudadanos franceses, quienes en su
mayoría no practican ninguna religión, no pueden esconder sus interrogantes al respecto”.
Tuvimos la oportunidad de conocer a Marc Blondel en
el año 2011, cuando nos reunimos en la sede de la
Federación del Libre Pensamiento de París con sus autoridades. Allí, luego de
un rico intercambio de ideas y de planes para impulsar el librepensamiento,
fuimos comprendiendo la profundidad y firmeza de sus convicciones, y el
entusiasmo militante que – a pesar
de su edad - aun lo habitaba. Nos despedimos con una frase que aun sigue
pendiente en mi cabeza: “hay que
combatir el relativismo, pues esta es la vía que utilizan los dogmáticos para disfrazar la laicidad y subvertirla. Es la vía que actualmente intenta la iglesia católica cuando habla de la sana laicidad. No hay que
dejarse engañar”.
Desde este Uruguay, desde pequeño rincón del
continente americano, siendo aun una de las repúblicas
laicas más consecuentes del mundo, pero donde cada día se intenta abatirla, solo queremos recordar a
nuestro compañero librepensador, nuestro hermano
de ideales, y a su combate laico y republicano, porque es el mismo combate por
la libertad, por la igualdad y por la fraternidad que nos anima.
Su ejemplo de vida debe ser para nosotros un ejemplo
de acción, de alguien que hasta el último día de su
vida honró sus compromisos de defender las causas justas de la
libertad de conciencia, de la laicidad y de los derechos humanos y ciudadanos.
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