sábado, 29 de septiembre de 2012

lunes, 24 de septiembre de 2012

23 de setiembre de 1907 - derogación de la pena de muerte en Uruguay

Pena de Muerte en Montevideo - derogada el 23 de setiembre de 1907 



Estimados amigos todos, hoy 23 de setiembre, se conmemoran 105 años de la abolición de la pena de muerte en nuestra República Oriental del Uruguay. Hecho no menor entre los derechos que todo humano merece, la vida, como también es una propuesta a la reconstrucción del ser humano.

 
El hecho de reivindicar la dignidad humana, muchas veces pasa desapercibido, no tiene prensa, pero no debe pasar como un mero hecho más en esa revaloración de la dignidad y derecho a la vida. Si bien pueda parecer menor el creer en la reconstrucción, la optimización humana y para ello se debe de vivir, puede ser menor la convicción de que el humano actúa y por ello pasa a la historia, pero para ello se debe de vivir, pero toda vida tiene un punto de partida y en su construcción como tal, con hechos, compromisos, ideas y convicciones, así también, recordemos que ese punto de partida tiene lugar en su nacimiento.
 
Es por ello que quienes respetamos a los seres humanos, quienes valoramos la vida, quienes también valoramos sus acciones, sean ellas tangibles o no, a partir del momento en que ese humano en particular ya no está entre nosotros, nuestro recuerdo tiene un punto de apoyo en ese día de su nacimiento, ese punto de partida, ese día que de no existir, ese humano en particular tampoco existiría y menos aún sus acciones. A todo esto, es lógico que ponderamos la vida, no la muerte, valoramos a esa vida y lo realizado en ella, no tercerizamos evaluaciones a ninguna supuesta divinidad y mucho menos realizarla gracias a su muerte. Valoramos la vida como cultura humana y no la muerte como un fin a conseguir por parte de ese humano, en lo personal no comparto aquel grito franquista de “viva la muerte, abajo la cultura”.
 
Por ello también veo con tristeza, que nuestra República que no tiene religión de Estado, ni obliga a sus integrantes a profesar una u otra religión, ceda a deseos de las instituciones religiosas a los efectos de celebrar muertes. Nuestras fechas nacionales sobre personas conmemoran el día de su nacimiento, festejan ese punto de partida y valora la vida desarrollada desde ese momento hasta su muerte.
 
Pero y allí se aumenta mi tristeza, nadie menciona, ni los medios ni ningún otro comentarios, la abolición de la pena de muerte, una valoración y respeto hacia la vida, pero sí festejan la muerte de nuestro Artigas, festejando esa muerte, valorizándola no sólo en el recuerdo, sino en actos festivos oficiales. Mi tristeza se ve colmada cuando veo que se institucionalizan cosas superadas desde mucho tiempo atrás, se retoman viejas prácticas religiosas ante la indiferencia colectiva.
 
Evidentemente la regresión social viene marchando fuerte y hechos que ya no son subliminales, ni tangenciales, ni disimulados, actúan impunemente en nuestra sociedad y Estado.
 
Uds. recuerdan la libertad de pensamiento, recuerdan la libertad absoluta de conciencia, recuerdan la laicidad… recordemos, recordemos, recordemos, pero mi pregunta es qué se espera…
 
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por José Luis Mostarda Sangiovanni

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Más información
La pena de muerte fue abolida en Uruguay a través de la Ley Nº 3238 decretada el 23 de setiembre de 1907, durante el gobierno de Claudio Williman.
Según el artículo 1º de la ley: “Queda abolida la pena de muerte que establece el Código Penal. Queda igualmente abolida la pena de muerte que establece el Código Militar”.
En sustitución se impuso la penitenciaría por tiempo indeterminado, “sin que en ningún caso puedan los jueces fijar su duración”. La pena indeterminada estableció un mínimo de treinta años y un máximo de cuarenta. Los penados podrían solicitar su libertad condicional solo luego de vencidos los treinta años.
La misma Ley derogó todas las disposiciones del Código Penal y del Código Militar que se opusiesen a la misma.

martes, 18 de septiembre de 2012

20 de setiembre, Día del Librepensamiento



Comunicado de la Asociación Civil Trazos
e-mail: secretariatrazos@gmail.com


Un 20 de setiembre de 1870, las fuerzas de Víctor Manuel II, Cavour y Garibaldi (el mismo que había colaborado con las fuerzas liberales que defendieron la sitiada Ciudad de Montevideo entre 1843 y 1851, durante la Guerra Grande), entraron en Roma para sellar la Unidad Italiana. La trascendencia ideológica y política de este hecho es importantísima para todos los hombres y las mujeres que creen y defienden la búsqueda de la justicia y la verdad.
Es en recordación de esa gesta peninsular que el 20 de setiembre se conmemora el día del Librepensamiento.
 El término librepensamiento, define una actitud filosófica que rechaza todo dogmatismo, sea de tipo religioso o de cualquier otra clase, y confía en la razón para distinguir lo verdadero de lo falso. Por ello, el librepensamiento rechaza al dogma, y  es la base filosófica del Humanismo.
Un librepensador es una persona que forma sus opiniones sobre la base del análisis imparcial de hechos. Es alguien dueño de sus propias decisiones, independientemente de la imposición dogmática de alguna institución, religión, tradición específica, tendencia política o de cualquier movimiento activista que busque imponer su punto de vista ideológico o cosmovisión filosófica.
Un Librepensador es un ser libre, porque piensa, compara, medita, elige, camina con sus propios pies en un camino que es elegido por él, ya que es él quien decide por sí mismo.
Un librepensador es un forjador de ideas propias.
Decía Platón que “La Libertad está en ser dueños de la propia vida”
Cada 20 de setiembre es un día de compromiso con la Humanidad, porque estamos recordando el primerísimo derecho de todo ser humano: el derecho a la vida, ya que nadie puede vivir verdaderamente si no es libre. Y para ser libre debe poder pensar libremente. Debe estar siempre dispuesto a confrontar ideas; a no aceptar todo como un hecho pronto y acabado. Debe permitirse dudar.
Hoy, estamos aquí para defender el derecho a pensar libremente. Para defender el derecho que tiene cada ser humano a pensar y decidir por sí mismo. Hoy estamos aquí para recordar que la Democracia debe ser defendida por nosotros todos los días. Y para ello debemos estar atentos y vigilantes, permitiendo que la razón, el pensamiento y la inteligencia, en todas sus formas, nos guíe para liberar a la Humanidad de todos aquellos intentos de encadenamiento y ostracismo.
Hoy estamos aquí, para recordar que cada día es un buen día para defender la razón humana. Cada día es un buen día para  romper las cadenas que nos esclavizan.
¡Viva la Libertad!